domingo, 28 de junio de 2009



MICHAEL JACKSON

Por más que se intente cubrir con el “piadoso” manto que tapa las vergüenzas de quienes murieron para mantener el peor orden establecido, pocas cosas pueden ser realmente más lamentables que el espectáculo de la tan prematura muerte, por drogas de distinto tipo, inhumanas operaciones quirúrgicas, y rodeado de diversos escándalos, del cantante Michael Jackson.

Su misma cara fue el más espantoso ejemplo de ese complejo de inferioridad racial
Su éxito se debió precisamente a su extremada servidumbre al estereotipo social que inferiorizaba a su raza, haciéndola sólo digna de servir a los blancos, como espectáculo artístico, deportivo o guardaespaldas militar; mostrando con sus escándalos de aparente inconformismo su adaptación al prejuicio de que los negros no pueden sobresalir sin destrozarse. Su misma cara fue el más espantoso ejemplo de ese complejo de inferioridad racial, con sus innumerables operaciones “estéticas” para convertirse en blanco, para ser “el negro que tenía el alma blanca”. Su fama fue maquiavélicamente fomentada por esas fuerzas oscuras que promueven la supremacía blanca, y por demasiados inconscientes o cómplices. Michael Jackson es la triste antípoda de un Obama que ha dignificado a su raza, triunfando sin y contra esos estereotipos falsamente laudatorios, hasta alcanzar la presidencia de los Estados Unidos.

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